Vivimos en una sociedad en la que las finanzas personales quedan relegados a un segundo plano. No es algo que se nos enseñe en las escuelas, en los institutos, ni siquiera en la Universidad. Casi parece que cuando un joven se emancipa, tiene que saber todo sobre finanzas personales, lo cuál está muy alejado de la realidad.
Debido a esa falta de conocimiento, es muy fácil caer en errores que pueden afectarnos en el corto y largo plazo.
Estos son los 7 errores financieros que pueden salirte muy caros:
- No tener un fondo de emergencia
- Endeudarte para mantener tu estilo de vida
- No tener un presupuesto y seguirlo
- No prepararte para la jubilación
- No invertir o «invertir» en pasivos
- Tu única fuente de ingresos sea tu empleo
- No tener un seguro de vida
Vamos a verlos uno a uno en detalle:
Contenido
No tener un fondo de emergencia
Este el el primer error de la lista y que debemos tener en cuenta. Es fundamental tener unos ahorros separados de nuestra cuenta bancaria de uso habitual, para emergencias.
Ese fondo de emergencias es recomendable que sea de una cantidad al menos de 3 -6 meses de gastos cubiertos.
El hecho de no tener un fondo para emergencias, ya sea que tengas pocos ahorros o muchos, puede tener consecuencias catastróficas en tu economía familiar.
Cuando por alguna razón nuestra fuente de ingresos se ve mermada (por despido, enfermedad, fallecimiento de la persona que traía los ingresos, etc.) u ocurre un gasto extraordinario e imprevisible, nos quedamos en una situación de vulnerabilidad financiera muy importante.
Algunos por no quedarles más remedio, recurren a la deuda como solución para hacer frente a esos gastos, lo cuál les perjudica aún más en el largo plazo. Por tanto, si todavía no tienes un fondo para emergencias, el momento para ahorrarlo y apartarlo es ahora.
Endeudarte para mantener tu estilo de vida
Esto puede sonar a algo básico u obvio pero la realidad es que nos endeudamos constantemente. Los bancos, las tiendas físicas y en internet, lo primero que nos ofrecen es el pago a plazos con el mensaje de «disfruta hoy y paga mañana«.
Cualquier deuda que tengamos, sea cual sea, hace que reduzca nuestra capacidad de ahorro y a su vez que reduzca nuestra libertad.
Si bien existen motivos que en mi opinión pueden ser razonables para contraer una deuda (como la compra de una vivienda), en general, las deudas son algo que se debe evitar.
Existen algunos que justifican el contraer una deuda en los casos que denominan la «deuda buena». Es cuando se contrae una deuda (mediante un préstamo por ejemplo) para invertir en un activo, es decir poner ese dinero algo que les pueda generar un beneficio y que a su vez les ayude a pagar la deuda.
Esto es lo que en la jerga financiera se llama el «apalancamiento«. Es utilizar la deuda para financiar una operación. Este tipo de movimientos son utilizados por profesionales e incautos que se apalancan en ciertos porcentajes para obtener una rentabilidad.
Es la operación más común que muchos que quieren hacerse ricos de un día para otro realizan buscando grandes rentabilidades en el menor tiempo posible.
No cabe decir que son operaciones de gran riesgo que han arruinado a muchísimas personas y por desgracia seguirán arruinando a otros más. Son operaciones que en mi opinión se deben evitar y evidentemente son errores que pueden salir muy caros.
No tener un presupuesto y seguirlo
Parece que cuando alguien habla de llevar un presupuesto y seguirlo, nos entra una pereza extrema. La realidad es que somos los únicos responsables de nuestro éxito o fracaso financiero por lo que es muy difícil tener éxito en las finanzas si no se lleva un presupuesto.
Un presupuesto nos va a ayudar a conocernos a nosotros mismos, nuestros hábitos y especialmente nos va a ayudar a hacer un diagnóstico de nuestro salud financiera.
Conociendo nuestros hábitos, estamos listos para empezar a distinguir entre necesidad y deseos. Esto nos va a ayudar a controlar nuestros gastos y aumentar nuestra capacidad de ahorro.
Esto nos va a dejar en una posición adecuada para poder invertir y progresar financieramente.
Si quieres aprender a utilizar un presupuesto puedes acceder a este post que he escrito. Te enseño paso a paso a usar un presupuesto y a controlar tus finanzas y que ellos no te controlen a ti. Además te regalo un plantilla Excel que es muy sencilla e intuitiva, totalmente gratuita.
No prepararte para la jubilación
Seguramente habrás oído desde hace varios años y últimamente está cada vez más en boca de todos, eso de que los jóvenes no vamos a cobrar pensión cuando nos toque jubilarnos. Si bien eso es algo que se va diciendo como un rumor, se está confirmando cada vez más como una realidad.
Independientemente si te vas a jubilar dentro de 10 años o dentro de 50, la realidad es que la sostenibilidad del Sistema Público de Pensiones en el largo plazo hoy por hoy no es viable. (Para más información este es el informe del Banco de España al respecto).
El esquema demográfico se ha invertido, teniendo una esperanza de vida cada vez mayor, lo cuál sumado a la poca natalidad y tasa de sustitución, hace que se complique el asunto.
Si a eso le añadimos que las pensiones actuales se pagan con deuda pública debido a la falta de liquidez, hace que la esperanza una pensión suficiente para cubrir gastos y vivir dignamente, dentro de unos años, se reduzca.
Nuestros países vecinos si bien tienen un sistema público de pensiones, las familias lo complementan con un plan de ahorro privado.
En mi caso ya sea que vaya a cobrar algo o nada cuando llegue el momento de jubilarme, no quiero dejar mi futuro en manos del Estado. Conozco muchos jóvenes de mi edad que no se plantean la realidad de que algún día se tendrán que jubilar y que deben tener esto en cuenta. Es un error que puede salirles muy caro.
Es por eso que el momento de prepararse para el futuro es ahora. Para eso hay que ahorrar de una manera eficaz.
Los planes de pensiones actuales son en su mayoría ofrecidos por bancos, los cuales ofrecen rentabilidades bajísimas además de llevarse una comisión anual que hace que aún se reduzca aún más la rentabilidad.
Los Planes de Pensiones además, si bien nos pueden ayudar a reducir la base imponible del IRPF durante los años que aportamos al Plan de Pensiones, todos esos impuestos que no hemos pagado durante años, tendremos que pagarlos después a la hora de retirar el capital, reduciendo los beneficios netos de nuestros ahorros.
Si bien están apareciendo nuevos Planes de Pensiones que pueden resultar interesantes (como los planes de pensiones indexados), en general los ofrecidos por los bancos, no suelen ser los mejores vehículos de ahorro/inversión para la todos los casos.
Sin embargo pueden convertirse en una alternativa muy buena en algunos casos. Aquí te presento en cuáles.
Si los Planes de Pensiones no son para ti, en este post te presento una alternativa muy interesante (la que yo utilizo) para ahorrar para la jubilación.
No invertir o «invertir» en pasivos
Este error quizás es el de los más comunes entre los nombrados. Si eres como yo, crecí creyendo que para invertir había que saber mucho, que la inversión en bolsa era como el casino de los ricos y que todo lo relacionado a la inversión había que evitar en general.
Durante muchos años he creído que el secreto para la seguridad financiera presente y en futuro es el siguiente: no endeudarse y ahorrar. Si bien el primer caso es completamente acertado, de hecho es uno de las cosas que he comentado que hay que evitar, el segundo caso no es del todo acertado.
No fue hasta que me emancipé que me di cuenta de una verdad aterradora: todo dinero que ahorre, se va a devaluar y por mucho que ahorre, la inflación hará de las suyas y se comerá una parte de mis ahorros y no hay nada que pueda hacer para evitarlo.
El ahorro es esencial para poder crecer financieramente, para protegerse ante imprevistos y prepararse para el futuro. Sin embargo, si no va acompañado de la inversión, es muy difícil progresar.
La inversión te permite que el dinero trabaje por ti. El riesgo se puede reducir significativamente si la inversión es a largo plazo gracias al interés compuesto. Tanto es así, que mayor es el riesgo de no invertir que el invertir en sí.
Supongamos que invertimos 100$ en el índice S&P500 (es un índice bursátil que contiene a las 500 empresas más relevantes de EEUU), en el año 2005 y todos los intereses que se generan los reinvertimos hasta el año 2020. Vamos a ver los retornos que recibiríamos a medida que pasan los años
Año | Retorno nominal | Retorno ajustado a la inflación |
2005 | 100$ | 100$ |
2010 | 122.91$ | 110.08$ |
2015 | 203.09$ | 167.34$ |
2020 | 375.11$ | 286.54$ |
No es casualidad que haya cogido la franja de tiempo en las que sucedió la gran recesión del 2008. Como puedes ver, invirtiendo y aún en tiempos de crisis, casi se triplicó el retorno (ajustado a la inflación). El retorno nominal fue casi 4 veces lo invertido.
Ahora bien, eso no quiere decir que siempre suceda así porque no es cierto. Es por eso que para mitigar el riesgo y potenciar la rentabilidad hay que invertir y ser constante.
La inversión es algo que se puede aprender y además tampoco es algo que tengas que hacer solo. En este artículo te explico los principios básicos de la inversión, como empezar y que opciones existen a fin de que puedas comenzar a descubrir por ti mismo cómo y en qué invertir.

Ahora bien, si el no invertir es un error; el «invertir» en pasivos es uno mucho peor. Este es otro error que suele suceder habitualmente.
No distinguir entre lo que es un activo y un pasivo es un error que puede salirte caro. Un activo es aquello que te genera un retorno, es decir, que pone dinero en tu bolsillo. Un pasivo es justo lo contrario, todo aquello que te lo quita.
Un activo por ejemplo puede ser unas acciones que te reportan dividendos o que alquiles un piso para obtener beneficios, etc. Un pasivo por ejemplo es un coche ya que se devalúa desde el segundo que sale del concesionario y además tiene unos costes fijos. Lo mismo ocurre con las deudas. Son un pasivo debido a que te reducen tu capacidad de ahorro.
Si bien puede sonar algo lógico, muchas veces justificamos por ejemplo la compra de un coche nuevo, sin tener en cuenta las repercusiones financieras que tienen.
Siempre que vayas a realizar una compra importante (de grandes importes) piensa en si esa compra te va a ayudar a que tu bolsillo se llene en el futuro o se vacíe.
Tu única fuente de ingresos sea tu empleo
Evidentemente esto no es algo tan simple de cambiar pero si es un error pensar que cuando se consigue un empleo, ya no es necesario aspirar a más.
Es una actitud peligrosa el no buscar fuentes de ingresos alternativas (crear un negocio, invertir, etc.) ya que nunca sabes si esa fuente de ingresos que tienes, puede agotarse de un día para otro.
Para ello, tienes que tener presente la formación constante. Ya sea que quieras emprender, invertir o mejorar tu actual empleo, la formación es esencial.
Por eso debes considerar diferentes posibilidades para buscar fuentes de ingresos alternativas que puedan protegerte frente a imprevistos, ayudarte a aumentar tu capacidad de ahorro y a alcanzar tus metas financieras.
No será fácil pero es posible. Con esfuerzo y trabajo duro se puede conseguir.
No tener un seguro de vida
Esto es algo en lo que normalmente no se piensa pero que es muy importante y es un error que puede salirte caro. Es especialmente relevante para aquellos que quieran proteger a sus familias en caso de cualquier imprevisto.
Teniendo a mi esposa e hijos tengo que pensar en qué va a ser de ellos en caso de que a mi me pase algo. Un seguro de vida puede ayudarte a protegerles, ya que puede asegurarles un capital en caso de que yo fallezca. De esta manera podrán hacer frente a la inestabilidad económica que ello acarrea.
El no tener un seguro de vida deja en una situación de vulnerabilidad económica a aquellos que dejas atrás especialmente si tus ingresos son esencial para sostenerles.
Hay un sin fin de ofertas de seguros de vida que te permiten asegurar un capital no solo en caso de fallecimiento, sino también de invalidez o accidente. Muchos de estos seguros pueden incluso adelantar parte del capital para cubrir los gastos del entierro lo cuál alivia a la familia de la carga económica que ello supone.
Conclusión
Ya has visto cuales son los 7 peores errores en las finanzas personales que pueden salirte muy caro. Espero que te haya servido de utilidad.
Si te has sentido identificado con alguno de éstos, ponte manos a la obra ya que merece la pena el hacer los ajustes necesarios para solventarlos 😉